El derecho a la alimentación es un derecho fundamental de
todos los seres humanos, ya que el alimento es un elemento esencial sin el que
los seres humanos no pueden vivir.
La alimentación garantizada es un derecho fundamental. El
derecho a la alimentación es el derecho de cada hombre, mujer y niño a una
alimentación garantizada, y consta de cuatro aspectos importantes:
• El alimento debe ser suficiente: es decir, suficiente para
toda la población.
• El alimento debe ser accesible: cada persona debe poder
obtener alimento, ya sea gracias a su producción propia (ganadería y
agricultura), o gracias a un poder adquisitivo suficiente para comprar
alimento.
• El acceso al alimento debe ser estable y duradero: el
alimento debe estar disponible y accesible en todas las circunstancias
(guerras, catástrofes naturales, etc.).
• El alimento debe ser salubre: es decir, consumible e
higiénico, y en particular el agua debe ser potable.
La importancia de una dieta equilibrada
Los niños deben disponer de una dieta equilibrada para poder
desarrollarse física e intelectualmente de manera adecuada. Es por esto por lo
que el alimento debe ser suficiente y nutritivo.
Una dieta equilibrada supone un equilibrio de nutrientes,
glúcidos, lípidos, sales minerales, vitaminas, fibras y de agua. Gracias a
ella, las personas corren menos riesgos de malnutrición, sobrepeso e
insuficiencias alimentarias.
Problemas alimentarios
Cuando las personas, y en particular los niños, relaciona la comida con el placer, a menudo olvidan la importancia nutritiva del
alimento. Esto ocurre por ejemplo en países en los cuales la población jamás ha
encontrado dificultades en cuanto a la cantidad o la accesibilidad a alimentos.
Los restaurantes de comida rápida, las sodas azucaradas, los alimentos ricos en
lípidos y glúcidos resultan entonces ser los platos favoritos de los
adolescentes y de los más jóvenes.
Así, los problemas de sobrepeso son cada vez más frecuentes
y constituyen una amenaza para la salud de los niños y de los adultos. Más aun,
el sobrepeso aumenta de manera notable el riesgo de infarto y enfermedades
cardiovasculares, así como de desarrollar enfermedades como hipertensión y alta
tasa de colesterol y tener problemas de crecimiento. El sobrepeso también
genera problemas de malnutrición. La absorción en cantidad excesiva de glúcidos
y lípidos, y la falta de productos frescos y naturales engendran carencias
nutritivas.
La sobrealimentación y la malnutrición relacionadas con el
sobrepeso no solo atañen a los países desarrollados. Hoy en día, numerosos
países en desarrollo se enfrentan al problema de subalimentación y de
sobrepeso.
Además, más que nada en países en vías de desarrollo, muchos
niños sufren de desnutrición. En efecto, muchas familias no tienen los medios o
recursos suficientes para brindar una dieta suficiente y mucho menos una dieta
equilibrada. Como consecuencia, los niños no tienen los nutrientes necesarios
para desarrollarse correctamente y se enfrentan a graves problemas de salud.
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